Queremos que nuestros hijos tengan una buena y sólida autoestima. Esta es una tarea de los padres. Pero, muchas veces nosotros como padres no la tenemos bien desarrollada.

Educando a nuestros hijos podemos empezar a trabajar nuestra autoestima y nuestra inteligencia emocional

La autoimagen o el autoconcepto depende del modo en cómo interpretamos o percibimos el comportamiento de los demás hacia nosotros y los pensamientos que nosotros creamos como respuesta. Estas percepciones a su vez, afectarán al modo de vernos y de sentirnos.

Desde los primeros años de su vida, enseñarles cómo apreciarse, respetarse y tratarse a sí mismos es la clave.

¿Qué debería hacer ahora?

Lo primero que debes hacer es trabajar tu autoestima (es algo que no nos han enseñado de pequeños) Tu eres la persona más importante de tu vida.

Tus padres fueron las personas que más influyen en ti y todo lo que te contaron tu creíste que era cierto. Esto nos ha pasado a todos, es lo normal. Pero podemos cambiar estas creencias y borrarlas del pasado. Las cambiaremos por otras nuevas.

Si estás dispuesto a trabajar en tu autoestima, vamos a empezar por tu niñez. Conócete a ti mismo y reconoce tus logros diariamente.

Necesidad de sentirse seguro

Los hijos suelen buscar la aprobación de sus padres para sentirse amados y aceptados. Necesitan saber que están de acuerdo con sus ideas y permitirles sentirse seguros de sí mismos.

El problema es enseñarles a ajustar sus necesidades para que paulatinamente se vuelvan más autónomos e independientes. Eso ya es más difícil

Por lo tanto, cuando los padres aceptan a sus hijos como son, los quieren y les ofrecen un escudo psicológico que puede proteger sus vidas.

No todos los padres pueden satisfacer las necesidades emocionales de sus hijos. Sin embargo, incluso en la edad adulta, siempre puedes aprender las maravillosas habilidades de la aceptación.

Aceptarte a ti y aceptar a los otros es un camino que te llevara a ser mejor persona y a tener mejores resultados en todas las áreas de tu vida.

Puedes empezar con un simple EJERCICIO:

Durante una semana apunta en un papel 5 cosas que hagas bien (felicítate por hacerlas bien) y haz un gesto de éxito (servirá de anclaje). Pueden ser cosas sencillas: cocinar, barrer, acabar una tarea, leer un capítulo de un libro….

Ejercita este ejercicio y poco a poco verás cómo experimentas cambios. Hazlo con otras personas, con tus hijos….

7 Consejos para tener una buena autoestima

Expresar tus necesidades encaminadas a tu satisfacción, respetando a los demás
No tener miedo a lo que los otros digan de ti
Saber decir si cuando se quiere decir sí y no cuando se quiere decir no sin sentirse culpable.
Poner límites claros para no sentirnos invadidos
Ser asertivos, saber negociar con los demás para que las partes salgan ganando
Llegar a controlar los pensamientos propios acerca de uno mismo
Tener objetivos propios y ser perseverante hasta lograrlos

Como la aromaterapia nos puede ayudar a subir la autoestima

La aromaterapia puede ser una gran aliada para subir la autoestima, y creer en nosotros. Ya que va directamente al sistema límbico (centro de nuestras emociones)

Para los niños, es muy aconsejable el aceite esencial de NARANJA. Lo podemos poner en el difusor y también en los lóbulos de la orejas. Es muy agradable y les hace sentir muy bien

Si el niño ha perdido el apetito podemos poner el difusor con aceite esencial de naranja, media hora antes de comer

En muchas ocasiones, cuando hay problemas psicológicos con los hijos hay que tratar a los padres. Porque, ellos, inconscientemente están reflejando los problemas de los niños

Cuando son menores de 7 años trataremos también a la madre. Os explico un caso:

Un niño sufría de enuresis nocturna (se hacía pipi en la cama) con 6 años (esto es frecuente en la infancia). Fue la madre la que utilizo los aceites esenciales, concretamente se ponía aceite esencial de ciprés. El niño dejo de hacerlo.

Para los adultos recomiendo mucho el aceite esencial de Ylang Ylang, por que equilibra las energías masculinas y femeninas, combate la ira, sube la autoestima, restaura la confianza y la paz. Equilibra nuestro sistema nervioso y la presión arterial.